Ayuda de San Blas en lo meteorológico

El anticiclón que se ha instalado en nuestra zona parece que hace bueno el dicho que comentábamos hace unas semanas de “Kandelario elurra dario; San Blasek lagunduko dio”. El mes de Febrero está siendo muy llevadero en lo meteorológico, y no hay más que darse una vuelta por el monte para percibir los primeros brotes de la primavera. Algunas bulbosas tempranas comienzan a brotar, y el verde de la hierba va poco a poco ganando en intensidad. Las huertas se benefician de la bonanza y ofrecen productos de invierno en puntos de frescura y color propios casi de la primavera.

Las coles de Bruselas, coliflores o coles lombardas tenían tonos espectaculares. Hubo escarolas y lechugas contenidas en tamaño aunque exuberantes en color y frescura. Citar así mismo la buena presencia de otras como las zanahorias, remolachas, puerros o ajos frescos presentes en muchas mesas.

Son muchos los clientes que aprovechan los meses más fríos del año para homenajearse con unas exquisitas alubias de Tolosa. Ya decimos desde hace unos meses que esta siendo un año de una cosecha generosa en cantidad pero sobre todo en calidad. El grano es cerrado, prieto, contenido, intenso, terso y brillante. Lleno de sabor, y fácil de cocinar, por pequeño pero sobre todo por homogéneo. Recomendado.

Uno de los productos que suele marcar año tras año el cambio a la estación de las flores en la Azoka es la leche de oveja. Se vende embotellada a precios que no han variado desde hace más de 15 años, o elaborada en forma de queso fresco haciendo las delicias de los que lo adoramos. Combinado con los dulces de manzana y membrillo que hay en muchas mesas se erige como uno de los mejores postres que podemos adquirir. Nueces a entre 4 y 5 € el kilo complementan una tradición de la que se han adueñado los negocios sidreros y que pertenece sin dudarlo a nuestro imaginario colectivo.

El punto exótico lo vimos ayer en las propuestas de ultramar que nos ofrecen ciertos puestos. Son apuestas arriesgadas, que suelen calar en primer término en nuestros conciudadanos venidos de fuera, que los conocen, los valoran y saben cómo cocinarlos. Poco a poco y compartiendo consejos y recetas van calando en los fogones locales y se van sumando a un más que extenso recetario popular. Hablamos entre otros de chayotas, kales, patatas negras, o guindillas picantes de varios tipos. Al igual que sucedió con especies tan arraigadas entre nosotros como la col de romanescu, el espárrago fresco o la col lombarda que se hicieron populares hace unos años y son ya parte de nuestra lista de la compra, sucederá con las novedades que se van ofreciendo en algunos puestos.

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