- El servicio nocturno ha dado atención a 351 personas, mientras que han sido 20 las personas que han tratado durante el servicio diurno.
- También han reconocido y agradecido la labor del equipo de voluntarios.
Ha pasado algo más de un año desde que Abegi, el Servicio de Atención Diurna y Nocturna, pasara a ser un servicio municipal. En Tolosa, la atención a las personas sin hogar se ha venido prestando gracias a una red de voluntarios y voluntarias desde 1986, hasta que a finales de diciembre de 2023 el servicio fue municipalizado e integrado en el Sistema Vasco de Servicios Sociales.
En el primer aniversario desde que se convirtiera en servicio municipal, el ayuntamiento y la Cooperativa Peñascal, encargada de la gestión del servicio de atención, han hecho balance del recorrido realizado hasta ahora. No sólo eso: en el acto también se ha reconocido y agradecido la labor de los voluntarios y voluntarias que han trabajado desinteresadamente.
El alcalde, Andu Martínez de Rituerto, ha agradecido a todas las personas voluntarias «su tiempo y colaboración, y el hecho de haber promovido una mirada respetuosa en Tolosa. Vuestra labor ha sido y sigue siendo muy apreciada. No hay más que ver la relación que habéis tenido con cada persona que ha pasado por Abegi. Aunque ahora la situación es distinta, seguiremos poniendo en valor este trabajo». Muestra de ello, en la entrada de Abegi se ha colocado un mural con firmas de las y los voluntarios que hace referencia a casi cuatro décadas de trabajo voluntario.
Voluntariado, colaboración e inclusión
A la hora de hacer la transición, y para poder mantener la identidad de Abegi, ha sido imprescindible la colaboración de todos los agentes que han participado. Así lo ha subrayado la concejala de Servicios Sociales y Salud, Kristina Peláez: «Hay que poner en valor el trabajo en equipo de las personas voluntarias y profesionales que ya venían trabajando en Abegi, así como el esfuerzo de Peñascal por mantener la esencia del servicio. Además de mantener el personal y la red de voluntarios, se ha reforzado el equipo de trabajo y se han añadido nuevas aportaciones para reforzar el propio servicio».
El servicio ha priorizado la intervención, con la mirada puesta en promover oportunidades de inclusión. Para poder hacerlo, Peláez ha destacado que el trabajo en red también ha resultado estratégico: «Se ha colaborado permanentemente con los Servicios Sociales, con otros recursos comunitarios existentes en el pueblo, o con recursos especializados en materia de inclusión o de salud».
Equipo de ocho profesionales, además de voluntarios y voluntarias
Con la puesta en marcha del servicio, se han mantenido dentro del servicio actual a las dos personas que trabajaban de forma profesional en el servicio nocturno, manteniendo sus condiciones de trabajo y asegurando la estabilidad y la continuidad de su puesto de trabajo. Este año, además, se ha incorporado a más profesionales. En la actualidad hay un equipo de ocho profesionales: dirección, técnicos de intervención y ayudantes multifuncionales.
Asimismo, las voluntarias y los voluntarios han tenido la posibilidad de seguir formando parte del servicio. En este momento son cinco las personas que dedican su tiempo, tanto en servicios diurnos como nocturnos. Lierni Altuna, representante del Peñascal, ha añadido que este año está previsto ampliar el grupo y ha hecho un llamamiento a la ciudadanía: «si hubiera alguien que quisiera ayudar, se puede poner en contacto con Abegi».
20 hombres en servicio diurno
Durante el primer año, el Servicio de Día ha atendido a 20 personas, todas ellas varones. Analizando el perfil, se pueden distinguir dos grupos principales: por un lado, los varones extranjeros de unos 30 años, sin hogar y en situación administrativa irregular, y por otro, los hombres de nacionalidad española de unos 50 años, sin hogar y con adicciones a diferentes sustancias.
Con la mayoría de usuarios se ha realizado un trabajo que ha rondado los seis meses, aunque en otros casos también se les ha atendido durante todo el año. Se han realizado diferentes tipos de ayuda en función de las necesidades de cada persona: formación, mediación, higiene, programas de desintoxicación...
Por ejemplo, a las personas con dificultades lingüísticas se les ha animado a matricularse en la EPA; y en el caso de las personas que dominan el idioma, se les ha derivado a los Certificados Profesionales que ofrece Lanbide. De hecho, son seis los usuarios que han obtenido algún certificado para fomentar así sus oportunidades de inserción laboral. Por su parte, tres personas han conseguido acceder a programas adaptados a su situación, el SEFAC y los domicilios, y siguen adelante con sus procesos a día de hoy. También se les han ofrecido servicios de duchas y lavadoras para la higiene personal permanentemente.
Las encuestas rellenadas de forma anónima por los usuarios sitúan la satisfacción global en 8,75 puntos de media. El respeto y la dignidad, la atención, la intervención personalizada, y la protección, conocimiento y defensa de sus derechos han sido los aspectos más valorados.
Lierni Altuna también destaca que se han encontrado con dos dificultades: «por un lado, alquilar una vivienda o una habitación es tremendamente difícil, hay poca disponibilidad; por otro, el trato con algunos usuarios con problemas de adicción no ha sido fácil. Por ello, de cara a 2025, queremos reforzar la relación con las asociaciones y servicios especializados en el tratamiento de diferentes adicciones».
351 usuarios del servicio nocturno
El objetivo del servicio nocturno es distinto. Además de satisfacer las necesidades básicas (alimentación, alojamiento, aseo, higiene, ropa...), se incide en el cuidado del bienestar psicológico y emocional durante la estancia. «Buscamos dar seguridad y comodidad».
En el plazo de un año, se han alojado en Abegi un total de 351 personas, 325 hombres y 26 mujeres. En cuanto a su origen, 261 han sido de origen extranjero, 57 de origen estatal, y 33 personas nacidas en Euskal Herria. El programa del frío, por su parte, se ha activado en 20 días y ha sido utilizado por 53 personas, la mayoría de ellas estabilizadas en Tolosa.
Altuna señala que se han identificado dos puntos fuertes en cuanto al servicio nocturno: «las estancias nocturnas permiten dar a conocer a los usuarios el resto de servicios. Este año hemos derivado a 11 personas del servicio nocturno al diurno. Por otro lado, la presencia diaria de personas voluntarias enriquece enormemente el servicio, aportando diversidad de perspectivas. Los usuarios también agradecen mucho su presencia».
El reto de trabajar el ámbito comunitario
De cara al futuro, el principal objetivo de Abegi será aumentar la participación en la comunidad. Altuna ha anunciado tres pasos para trabajar el ámbito comunitario: «queremos estrechar el contacto y la colaboración con las entidades que conocemos; también queremos contactar con nuevas entidades; y, por último, queremos participar activamente en la vida de Tolosa».