Cambio estacional

Sol y mucha oferta fueron protagonistas de ayer en el mercado semanal de Tolosa. La fruta del país va poco a poco cobrando el protagonismo que suele acaparar en esta época del año y semana a semana se van añadiendo novedades a la lista. Ayer vimos frambuesas de aspecto exquisito, ciertamente, y de una calidad y sabor fuera de toda duda. Las mesas de Imaz y de Loidi las ofrecían, cultivadas en estricta producción ecológica, recolectadas a mano, libres de peciolos y partes duras y 100% aprovechables. Junto a ellas brillaron las cerezas presentes en la mesa de Gabiria, que no son sino el preludio de lo que otros productores van a traer en semanas próximas. Mucha intensidad de sabor y variedades tradicionales, de un producto que recordamos de la infancia y que se ha perdido en los lineales de los supermercados entre variedades comerciales más llenas de líquido y más vacías de sabor. No pierdan la oportunidad.

Nos adelantaron algunos vendedores la inminente llegada delas primeras ciruelas rojas, de las primeras variedades de manzana para las que tenderemos que esperar aún casi un mes, y de las feijoas, que ya en flor, auguran un año dulce para este cultivo.

Destacaron las exquisitas zizas de primavera locales que vimos en alguna mesa, y que sin duda hicieron las delicias de los tempraneros que madrugaron casi exclusivamente para darse este homenaje. Un aroma, una limpieza y una frescura sin duda potenciados por las lluvias y la alternancia meteorológica de esta semana. No cabe duda de que las gibelurdinas y los hongos presentes fueron partícipes también de esta ayuda climática y contribuyeron a engrosar una lista de gran éxito.

La presencia de las primeras guindillas de Ibarra que citamos hace siete días se hizo fuerte ayer, y fueron bastantes los que se rascaron el bolsillo para afrontar el alto precio que suelen tener los productos de temporada cuando son novedad. Se trata además en este caso de un producto de gran éxito, incluso fuera de nuestra comarca; son muchos los Aragoneses, Madrileños o Catalanes que valoran sobremanera un producto de variedad peculiar y que cultivado en nuestro clima, alcanza las cotas de finura, sabor, delicadeza y textura máximos para la especie. Sin duda los verdaderos amantes del picante prefieren esperar a que el sol de todo el verano haya castigado las plantas y potenciado la fijación de capsaicina en la carne y semillas de la guindilla para “castigarse” a sí mismos.

Mucha actividad también en la plaza Berdura, donde los vendedores de planta ornamental trabajaron a fondo. Es época ya libre de heladas, y un momento idóneo para adornar los balcones y jardines con la seguridad de una buena adaptación y crecimiento para las especies escogidas. Geranios, lobelias, alegrías, surfinias, hortensias y demás planta de temporada compitieron ayer con arbustos de gran porte y elegancia, y con caducas como el arce japonés que se encuentra en un momento espectacular.

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