Después del primer encierro, a comprar al mercado

Tras el primer encierro de San Fermín fueron llegando los primeros compradores a las mesas de la Azoka de Tolosa. Las tradiciones se mantienen gracias al cuidado de las mismas, y son mayoría los que disfrutan de un buen desayuno frente al televisor viendo el encierro y optan por abastecer sus despensas seguidamente, con una serie de productos dignos de la mejor de las cocinas internacionales.

Ayer nos encontramos con sorpresas como las primeras pochas de alubia blanca en la mesa de Maria Teresa Jauregi, compartiendo espacio con guisantes de gran calidad. Si, guisantes de gran calidad bien entrado Julio; caprichos de una meteorología atípica. Sorprendió ver en muchas mesas ya vainas de campo libre, que se vendían a entre 6 y 4 € y que ofrecían cotas de calidad punteras asociadas siempre a los períodos iniciáticos de la mayoría de los productos hortícolas. Ternura, lisura, fineza de sabores y de aromas, y limpieza del producto.

Destacar así mismo la calidad de los tomates presentes en muchas mesas y la de las guindillas, sin duda protagonistas de muchos de los hamaiketakos y entrantes que se celebran por estos días. Aún no pican, aunque para los más sufridores ofrecía Iñigo Azpiazu en la coqueta plaza Berdura unas excelentes plantas de chiles habaneros y jalapeños. Sin duda dejarán satisfechos a los más exigentes.

La lista de micológicas presentó un relevo a las zizas de primavera en forma de culetros o gorringos. Son joyas de nuestros bosques que cada vez más amantes de las setas valoran por encima de los Boletus. Hubo además trompetas de la muerte, ziza horis de procedencia local y hongos franceses y locales. Hubo para todos. Parece además que según varios expertos congregados en uno de los puestos, el tiempo revuelto de estos últimos días, tormentoso y soleado, se muestra idóneo para que “florezcan” en nuestros montes las preciadas setas.

Las manzanas de San Juan dejarán paso, si todo sucede como se espera, a las San Pedro sagarrak en la mesa de Jose Anjel Loidi. Ofreció además ciruelas de una calidad envidiable, y las acostumbradas frambuesas que cuentan con una clientela fija, conocedora de la exclusividad del producto y del trabajo que entraña. Se agotan siempre.

Buen producto y colas en los puestos de planta hortícola de la plaza Berdura. El buen tiempo es para muchos sinónimo de trabajo en las huertas, y fueron muchos ayer los que esperaron pacientemente en los puestos de los productores Ibartarras, al producto y a las recomendaciones y consejos de los expertos.

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