Entre dulces y flores para el día de Todos los Santos

Entre flores y dulces transcurrió la mañana de mercado de ayer en Tolosa. Ya es tradición que el mercado extraordinario “Tolosa goxua” coincida con la previa al día de Todos los Santos, aglutinando en las calles las tradiciones relacionadas con ambos campos. De un lado, el día de difuntos en nuestra cultura, se asocia más a dulces que a las calabazas y sustos que nos colonizan desde fuera; de otro, los centros de flores y plantas son casi obligación para muchas familias para ése día. Unos y otros aportaron el elemento de atracción adicional al que ya de por sí presenta semana tras semana el mercado tradicional.

Buñuelos, huesos de santo, mazapanes, galletas, bombas cocidas y fritas, chocolates, pasteles vascos, destilados artesanales, o barquillos eran algunas de las tentaciones que se vieron en las mesas, y, a juzgar por los rostros de satisfacción de los clientes, cumplieron expectativas.

La lista de centros y flor cortada que ofrecían los puestos de la plaza Verdura era prácticamente interminable. Ellos mismos se encargan de entregarlos en el camposanto, y cubren los requerimientos de los clientes con gusto. Nos comentaban los vendedores el claro cambio de tendencia que se está dando en éste campo de un tiempo a ésta parte. A medida que los más jóvenes van recuperando y haciendo suyas éstas tradiciones, sí aportan pinceladas a las mismas que cambian inercias. Hablamos del aumento de ventas de la planta viva, en maceta, frente a la bajada de los centros de flor cortada. Muchos ven la clara ventaja de la mayor permanencia de la planta viva frente a la cortada, y acaban optando por ella. EN cualquier caso, éstos días las tumbas de nuestros seres queridos van a seguir estando adornadas.

De la lista del Tinglado destacaríamos la gran oferta de alubia de Tolosa, que poco a poco va bajando de precio, el paulatino aumento de distintas especies de brassicáceas en las mesas, en las que cada vez hay más coles de Bruselas, coliflores, romanescus e incluso lombardas, y la masiva presencia de calabazas en los puestos. Se ve que las tradiciones anglosajonas se basan en la misma estacionalidad que las nuestras. Las hay de distintas variedades, y llama la atención cómo varía el punto de dulzor y el sabor según vayamos de unas a otras. Destacar así mismo la gran presencia de las zanahorias que se están viendo en los puestos, así como la gran calidad y limpieza de los nabos a la venta. Se ve que las verduras de suelo están en un momento ideal.

Hablando de la oferta de setas y hongos, característica de ésta época del año, no podemos hacerlo sino de manera nostálgica. Todos recordamos los golpes de hongos que tuvimos el año pasado y que esperamos tener el que viene, sobre todo viendo la escasez que estamos sufriendo éste año en éste campo. Sin duda el año que viene será mejor y podremos saciarnos mejor que éste. Destacar los escasos 10 kilos de hongo local que vimos, además de las ziza horis, trompetas de la muerte y primeras gamuzas de la temporada.

Precios