Preludio del invierno

Ayuntamiento de Tolosa
03/12/2018 | Comercio, Ferias y Turismo

La lluvia acompasó ayer el ritmo de los compradores en el mercado semanal. Hubo quien hizo el esfuerzo de madrugar apara asegurarse una compra de calidad insuperable, compuesta en muchos casos por los hongos más limpios y delicados, o por las mejores piezas de fruta presentes en los puestos. Hubo también, quien sin madrugar tanto, apostó por delicadezas más exóticas, que poco a poco se van asentando en los paladares de muchos. Hablamos por ejemplo de las exquisitas “txaiotas” del puesto de las hermanas Izagirre, o de los vivos y aromáticos pimientos picantes ofrecidos por Imaz en su puesto. Son muchos, cada vez más, los que se han suscrito al “club del picante”; comienzan su andadura por las tradicionales cayenas, luego jalapeños para acabar irremediablemente en los habaneros. Auténticos reyes del picante tolerable, que aportan dosis de aroma y de “nobleza” gastrointestinal poco presente en otro tipo de pimientos. Entre estas tres propuestas, existe un abanico inabarcable de variedades, estilos, preparaciones y propuestas que seguro satisface a todos. Incluso fuera de este abanico, por encima, existen pimientos solo aptos para los más “irresponsables”.

Citar también entre los productos que nos acompañan desde hace semanas los patés y preparaciones porcinas de la mesa de Damasoro. Crían cerdos Euskal txerria en las laderas de Izaskun, y apoyándose en el saber hacer de nuestros colegas del otro lado de la frontera en el campo de los patés y derivados, elaboran una propuesta difícil de rechazar en estos días. Paté, preparado de morcilla, “gantxigorra” o los deliciosos salchichones y chorizos son sus productos estrella.

La llegada ayer de las primeras “arto opilas” al mercado marcan a las claras la irrupción del invierno. Este año la elaboran con harina de maíz local de origen antiguo y de grano amarillo ideal para el consumo como harina. Es una variedad de porte menos recto que el forrajero, muy utilizado para el cultivo conjunto de las alubias, y por ello mucho menos habitual, pero sus características organolépticas lo alejan del común tanto como lo hacen los portes distintos de las dos variedades. Con un poco de mantequilla y un vaso de leche caliente se erigen las arto opilas como el remedio ideal para el invierno.

Miel de procedencia local, productos derivados de la apicultura, manzanillas silvestres envasadas, yogures elaborados con leche autóctona y fermentos lácticos naturales, mermeladas artesanales, bollería ecológica, los consabidos quesos locales son una lista casi de farmacopea para superar las adversidades que suele acarrear el invierno, y hacerlo además disfrutando. Conjunción de sabores puros, limpios y sanos que ofrecen lo mejor del mercado semana tras semana.

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