Ramos de laurel y caracoles en el mercado

El sol y el buen ambiente compusieron con la propuesta de vinos blancos presentes en la feria del triángulo un maridaje perfecto. Hizo frío. Un frío que obligaba a primera hora a tomar café con leche, y que a medida que avanzó la mañana y calentó el sol, invitaba a templar el espíritu con una buena copa de vino blanco y las distintas propuestas culinarias presentes en la carpa dispuesta.

La otra gran oferta, complementaria en cualquier caso, fue la presente semana tras semana en el mercado semanal. Venimos hablando de los rigores de este invierno, y de su influencia en los ritmos y secuencias de la oferta. Seguimos con verdura de invierno en los puestos, aunque el imparable ritmo de la naturaleza se nota en ciertos productos. Caso de los ramos de laurel casi en flor presentes en todos los puestos para el domingo de ramos, o caso del exquisito queso nuevo del país. Ya se ha generalizado a todos los puestos especializados, y hay que decir que ofrece una calidad y un sabor si cabe mejor que otros años. Las diferencias son sutiles, pero los que hemos podido probar muestran una intensidad en el paladar algo mayor, y una textura blanda y densa que sin duda son característicos de nuestros quesos de Idiazabal, sobre todo cuando son nuevos. Junto con los dulces de membrillo y de manzana en un año de especial abundancia de frutas, y la oferta de nueces y avellanas, componen una combinación que casa con todo y a cualquier hora. Un “must”.

Comentar así mismo la especial sensibilidad del momento que vivimos, en el que los frutales más tempranos ya han florecido y fructificado, y se encuentran desprotegidos ante la influencia de vientos fuertes. Esperemos que, en un año en que el acumulo de horas frío ha resultado en una floración espectacular, la meteorología siga permitiendo obtener una cosecha extraordinaria. Estaremos pendientes.

El otro foco de atención y de consultas se centra en la lista de zizas de primavera, inexistente aún. Comentaban los expertos que si las temperaturas se suavizan, no tardaremos demasiado en encontrarnos con estas joyas en nuestros bosques y en las mesas del mercado semanal. Esperemos que sea más pronto que tarde.

Poner en valor desde estas líneas la tradición de preparar una caracolada en estos días de recogimiento espiritual. Son muchos los que desconocen la costumbre, y para impedir que caiga en el olvido tenemos la amplia oferta de redes de caracoles, que vendidos por “cientos”, sirven como base para la iniciativa que de mano del ayuntamiento se llevará a cabo el fin de semana que viene. La caracolada que va a preparar Peio Doyhartzabal, como viene haciendo desde hace años, y que ofrecerá una ración a todo el que la solicite. Apuntado.

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