Sol y buen ambiente el sábado en Tolosa

Ilusión, esperanza y ganas de trabajar fue lo que trajo consigo ayer el sol y la ausencia de precipitaciones. Venimos hablando desde hace semanas de que los suelos están anegados, de que los cultivos comienzan a mostrar síntomas de fatiga por la ausencia de oxígeno en las raíces, de que hay ciertas especies que presentan podredumbres, o de que muchos si no todos, los cultivos de primavera se van a ver retrasados por la imposibilidad de salir del letargo invernal. Pues bien, los rayos de sol de ayer trajeron más esperanza que nunca.

Por si fuera poco, coincidieron con la feria extraordinaria del árbol, evento que tradicionalmente todos asociamos con muchas precipitaciones, incluso en forma de nieve, por cómo ha solido ser en años pasados. Nada de eso. Sol, frío sano y buen ambiente y ventas en los puestos situados en el triángulo. A los vendedores que cada dos semanas abastecen las necesidades de especies forestales y árboles frutales de los clientes del mercado semanal, y que se trasladaron de la calle Atari al triángulo, se les sumaron otros que complementaban la oferta. Hubo mucho frutal, sobre todo manzanos de infinidad de variedades sobre pies enanizantes en su mayoría (M106, M7 y M9), aunque también sobre francos. De entre las variedades destacar las Goikoetxe sagar, txalaka, urdin sagar, urtegi, gazi loke, San Juan, san Pedro, pelestrina o errezil entre las autóctonas o las reinas de reinetas, reineta gris, Golden, fuji, granny Smith, red star. Topaz o red boscop entre las foráneas de mesa. Hubo además perales de distintas variedades, ciruelos, membrilleros, briñón, níspero o kiwis entre los frutales más y mejor arraigados en nuestra zona.

La presencia de plantas en maceta de cítricos nos trasladaba en parte al levante, y junto a las distintas plantas aromáticas presentes, lograron evocar un paseo por un bosque mediterráneo completo. Citar así mismo la propuesta de especies forestales y de ribera autóctonas, que aportaban calidad genética a las distintas explotaciones y por ende, a nuestros montes. Hubo en maceta salicáceas, robles, abedules, tilos, fresnos, endrinos, sambucos, alisos, cornejos o sorbus entre otros. Citar también la propuesta de “berries” y bayas de distinta variedad y especie presentes en uno de los puestos invitados. Se trata de productos cada vez más demandados y que cuentan con muchos seguidores. Vimos arándanos, frambuesas, fresas, moras, aranes y mirtilos entre otros.

Llamaron la atención las especies exóticas en forma de plantones y tubérculos de raifort, de oca del Perú, de crones de Japón, de papa lisa, de papa negra, de yacón o pera del subsuelo, de helianthis o de tupinambur, todas ellas poco conocidas y a buen seguro, de gran aceptación en cuanto se comiencen a popularizar. Más conocido es el wasabi, que se vendía en maceta, y que deja buena muestra del saber hacer de los vendedores-cultivadores, dada la exigencia de esta especie.

Destacar del Zerkausi la presencia intachable del primer kilo escaso de zizas de primavera que presentaron los hermanos Lasa. ¡Esto se mueve!

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