- El ayuntamiento ha buscado más alternativas para no tener que derribar el puente, pero todas las fuentes consultadas aconsejan su sustitución.
- La Agencia URA ha puesto a disposición del ayuntamiento los borradores de nuevos ejemplos, que mantienen más la apariencia del actual puente; el ayuntamiento está ahora trabajando toda la información y una vez finalizado todo, se realizarán sesiones abiertas con la ciudadanía.
A finales de mayo ha tenido lugar la última reunión entre el Ayuntamiento de Tolosa y la Agencia Vasca del Agua con el objetivo de aclarar el futuro del Puente Nuevo. Ante la preocupación que el proyecto ha suscitado en la localidad desde el momento en que se dio a conocer en febrero de 2023, el ayuntamiento solicitó a URA que priorizara otro tipo de trabajos que se podrían realizar en lugar de derribar el puente. El gobierno municipal también ha consultado la situación con más expertos y expertas, en aras de buscar otras alternativas. No obstante, tanto el personal técnico de la agencia URA como el resto de fuentes consultadas insisten en que lo más eficaz es la sustitución del puente.
¿Cuál es el problema?
Tolosa es una de las zonas con más riesgo de inundabilidad de la CAV. La Parte Vieja y parte del ensanche –Zumalakarregi, Trianguloa, San Frantzisko, Nafarroa Etorbidea– serían las zonas más afectadas en caso de producirse. Se trata de una zona de gran actividad económica la que podría verse afectada. En este mapa se puede ver el área de influencia.
¿Por qué el Puente Nuevo?
En Tolosa, son dos los puentes que, por sus características, pueden causar más problemas de cara al riesgo de inundación: el Puente de Navarra y el Puente Nuevo. Desde el punto de vista patrimonial, el primero tiene un alto grado de protección, por lo que en caso de sustituir a uno de los dos, se ha priorizado el segundo.
Los vanos y la baja altura del Puente Nuevo disminuyen la capacidad hidráulica, es decir, impiden el paso de más agua. Por otro lado, antes y después del Puente Nuevo, se acumulan muchos sedimentos en el lado del paseo de Zumalakarregi. Con la sustitución del puente el agua tendría mayor capacidad para arrastrar los sedimentos aguas abajo. Se acumularían menos sedimentos y el lecho fluvial descendería según URA.
¿Por qué no dragar el río?
Si bien es técnicamente factible, –por eso el primer informe recogía esta posibilidad–, no sería eficaz para reducir el impacto de las inundaciones, y no supondría una solución ante el problema. Además, puede provocar el aumento de la inestabilidad del cauce y de los elementos estructurales situados sobre el río, el hundimiento del nivel freático o la destrucción de sus hábitats. La recuperación del espacio natural fluvial es más eficaz.
¿Y las plantas?
Estas plantas ayudan a disminuir la velocidad del agua, lo que contribuye a reducir el riesgo de inundación. Además, son necesarios para el ecosistema, ya que contienen numerosas especies. Algunas especies son invasoras y el ayuntamiento está estudiando su retirada, así como la eliminación o poda de algunas plantas o arbustos en determinadas zonas. Por ejemplo, especies que crecen con gran fuerza a los vanos de los puentes, como las higueras. La intervención debe realizarse con una planificación, siguiendo minuciosamente los criterios técnicos, para fomentar la biodiversidad. La eliminación indiscriminada de la vegetación no reduce el riesgo de inundabilidad.
Próximos pasos
La Agencia URA ha puesto a disposición del ayuntamiento nuevos borradores, mostrando varios ejemplos con mayor parecido al actual puente. Esta ha sido la principal exigencia municipal, tanto del gobierno anterior como del actual: la de mantener al máximo la similitud con el Puente Nuevo, aumentando la capacidad hidráulica para el riesgo de inundabilidad. El ayuntamiento ha pedido a URA que apueste por el proyecto que mayor equilibrio mantenga entre estos dos criterios.
El Ayuntamiento está trabajando toda la información, y una vez finalizado lo pondrá a disposición de la ciudadanía. La idea es realizar también sesiones informativas y participativas con la colaboración de un grupo de expertos y expertas, para dar todas las explicaciones, escuchar las opiniones y analizar el impacto de las obras.
Posteriormente la Agencia URA deberá elaborar el proyecto definitivo. Hay que aclarar que, aunque la conclusión es clara, aún no hay fecha fijada para el inicio de las obras.
«Lo que está claro es que no hacer nada no es una opción. El riesgo de inundabilidad es real. Con el cambio climático, además, se pueden incrementar estos fenómenos. Por eso debemos priorizar la seguridad. Personalmente tengo mucha pena, ojalá no hubiéramos tenido que llegar a tener que optar por sustituir el puente, pero la respuesta que hemos recibido en todas las consultas realizadas es contundente. Ahora quedaremos a la espera del proyecto definitivo de URA y en lo que respecta al ayuntamiento, nos pondremos a organizar el impacto de las obras, ya que este puente es una vía de comunicación muy importante y no va a ser fácil no poder pasar por él durante un tiempo», ha señalado el alcalde, Andu Martinez de Rituerto.