- El lunes se celebró la segunda reunión abierta de la Mesa de Barrios para presentar las conclusiones de la primera fase y su propuesta sobre cómo actuar.
En septiembre el ayuntamiento inició la ronda de reuniones en los barrios y hasta finales de enero ha mantenido reuniones presenciales en 15 barrios. Con las conclusiones entre manos, el lunes se celebró la segunda reunión abierta de la Mesa de Barrios para explicar los pasos a seguir en los próximos meses.
Los barrios han hecho llegar cerca de 250 solicitudes, así como una propuesta para trabajar un proyecto comunitario relacionado con los trabajos de cuidado. La mayoría de las solicitudes, unas 150, son de carácter urbanístico y de mantenimiento.
Las necesidades difieren en función de las características de los barrios. En los barrios rurales, por ejemplo, las necesidades más importantes son las relacionadas con los caminos, la red o el abastecimiento de energía y agua. En cambio, en el centro urbano, las principales necesidades son las relacionadas con el urbanismo y el mantenimiento, la vivienda, la movilidad o las actividades culturales. Sin embargo, incluso en el casco urbano, el nivel de estas necesidades varía según las características y la organización de cada barrio.
Hay dos necesidades comunes en las que el ayuntamiento quiere poner el acento, por un lado, reforzar la relación y la comunicación entre los barrios y el ayuntamiento, y por otro, facilitar y agilizar la gestión de las subvenciones.
Dos direcciones de trabajo y un cambio de enfoque
Sin embargo, son muchas las necesidades y no resulta viable afrontar todas ellas a la vez. Por ello, el Ayuntamiento plantea dos líneas de actuación:
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Por un lado, hay necesidades puntuales o trabajos continuos de mantenimiento que se pueden canalizar a corto-medio plazo. Algunas de ellas ya se han realizado y otras ya se han empezado a encauzar. El ayuntamiento trabaja ahora para fijar prioridades con el resto. En este caso se pueden incluir, por ejemplo, reparaciones de agujeros, baldosas o alumbrado, colocación de mobiliario o sustitución de los que se encuentren en mal estado. En este sentido, el procedimiento no variará: como hasta ahora, se ha animado a los vecinos y las vecinas a seguir avisando a medida que se vayan notando las deficiencias.
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En cambio, hay exigencias que se alejan del día a día porque exigen un proyecto más grande y, por tanto, más presupuesto, recursos y tiempo. A modo de ejemplo, se podría citar la reparación y regeneración de una calle completa, o trabajos relacionados con la movilidad y las carreteras, por ejemplo.
En este sentido, son los proyectos de este segundo bloque los que se quieren llevar a la Mesa de Barrios para debatirlos y priorizarlos de forma colaborativa. Para ello, el ayuntamiento ha insistido en la necesidad de un cambio de enfoque: «Queremos hacer estas prioridades desde una visión global del pueblo, más allá de analizar cada cuál su entorno vecinal, para que tenga en cuenta también la situación del resto de zonas. En definitiva, debemos entender que el ayuntamiento no puede canalizar todas las exigencias al mismo tiempo. Y a la hora de priorizar estos trabajos, se trata de ver cuáles son las necesidades más importantes, pasando de una visión individual a una colectiva. La Mesa de Barrios servirá para conocer y debatir estas realidades y necesidades de forma conjunta», ha explicado la concejala de Gobernanza y Comunidad, Josune Sanz.
Plataforma de contacto
También se informó de los pasos que se darán en los próximos meses. Además de continuar con las reuniones barrio a barrio, el ayuntamiento iniciará este año los trabajos para desarrollar una plataforma de contacto directo. Esta plataforma permitirá conocer en qué punto se encuentran los trabajos municipales ante estas necesidades de los barrios.
Una participación abierta
Son las asociaciones vecinales las que están participando mayormente en la Mesa de Barrios. Es algo importante, ya que este tipo de plataformas estructuradas y formalizadas son necesarias, por ejemplo, para poder recibir subvenciones.
Sin embargo, además de con las asociaciones vecinales, también se han celebrado algunas de estas reuniones con otros grupos de vecinos y vecinas que, sin disponer de una asociación, sí están organizadas de alguna manera. En este sentido, el ayuntamiento apoyará en el proceso a quienes quieran estructurarse como asociaciones.
También hay zonas en las que no hay ningún tipo de organización entre los vecinos y vecinas, pero que de igual forma tienen necesidades. Por eso el ayuntamiento ha mostrado su disposición a atender a sus necesidades para poder encauzarlas.
