1. Fresno común

Escucha: Fresno común

El fresno que tienes delante es uno de los más grandes del jardín. ¡Observa la anchura del tronco, y la altura del árbol! ¿Sabías que pertenece a la misma familia que el olivo? Son los primeros en perder las hojas en otoño y los últimos en desplegarlas en primavera. Los fresnos son árboles autóctonos de nuestros bosques húmedos, que viven no muy lejos del agua, y que tienen una gran relación con nuestra mitología. La vieja costumbre de ahuyentar los espíritus malignos aún perdura en Tolosa: en la mañana de San Juan te encontrarás con ramas frescas de fresno colocadas en los portales; y en los caseríos, cruces de protección fabricadas con ramitas de fresno y espino blanco clavadas en las puertas. En los alrededores de las bordas de los pastores también se usaba para ahuyentar al rayo, pero sobre todo para proteger al ganado de los rayos del sol y para proporcionar un pasto que aportara vigor al carnero que tenía que cubrir a las ovejas del rebaño, por eso verás multitud de fresnos podados junto a las txabolas y rodeando las majadas. En este jardín, ¿no crees que seguramente se plantarían para mitigar el calor y disfrutar de su agradable sombra los días de verano?